sábado, 29 de octubre de 2016

EL LIDERAZGO DE LA MUJER

Hoy en día la mujer ha tenido una importante participación en la vida social, económica, política, cultural, académica, entre otros, en los diferentes paises de latinoamérica y especialmente en Venezuela, donde se le ha dado roles en diferentes instancias de desempeño laboral, demostrando que son capaces de responder ante cualquier responsabilidad en el contexto que se presente.
     Como lo dice Vargas (1992), citado por Fernández (2006) en su escrito Mujeres y Política en América Latina: “En la última década, las mujeres de América Latina hemos hablado. Después de habernos sentido confinadas por demasiado tiempo a espacios privados e invisibles, las mujeres de todo el continente estamos invadiendo calles, plazas y demás lugares públicos exigiendo ser escuchadas. En diferentes formas, con diferentes voces, gritando o susurrando en lo que corresponde ya a una rebelión histórica significativa”. (p.17).
     De esta forma la mujer ha saltado a la palestra, demostrando que son capaces de asumir cualquier reto y desafío que se presente, logrando salir de esa invisibilidad, venciendo todos los obstáculos impuestos y el que más le ha hecho daño: la cultura machista,todavía predominante en la actualidad, donde la mujer era vista sólo como una ama de casa que no sabía más nada, sino sólo estar en los quehaceres del hogar y cuidando a los niños. La mujer ha ido construyendo sus propios espacios, adquiriendo capacidades para asumir liderazgo, quizás por esa gran sensibilidad innata que la caracteriza, lo cual se convierte en una gran fortaleza para asumir cargos de dirección en el que seguramente será exitosa.
     Según varias fuentes consultadas, el estilo de liderazgo que se le atribuye a la mujer es el liderazgo transformacional, también llamado liderazgo carismático. Bass y Avolio (1994), sugieren que las mujeres son más transformacionales en su forma de dirigir que los hombres por su mayor experiencia en actividades de crianza y educación, su interés por los demás y su mayor sensibilidad social. Esto se refiere a las habilidades que posee para tomar decisiones acertadas, de tener la iniciativa para realizar actividades, mayor capacidad de acercamiento con los equipos de trabajo, se interesa por el trabajo en colectivo, inspira motivación, allí radica su calidad humana.
     Al respecto Kaufmann (1996), afirma las mujeres ponen la parte emocional también en el trabajo. En general las mujeres se hallan más capacitadas para tener en cuenta el lado “humano” de las personas desarrollando para ellos sus dotes intuitivas naturales. Tienden a trabajar de una forma amable, siendo constante en las realización de sus actividades.
Es por ello que hoy en día el acceso de la mujer a cargos de dirección conlleva a pensar en cierta forma que existe una igualdad dentro de las organizaciones, donde ya no es sólo el hombre el encargado de dirigir, sino que también hay mujeres capacitadas para tal fín. Se ha visto en algunos casos, que cuando una mujer asume un cargo de poder, las críticas de la que es victima tienden a ser sin fundamentos, se usan para descalificar su gestión, atentando más contra lo emocional y lo personal. Sin embargo hay que reconocer que el género femenino ha ganado muchos espacios dentro de la sociedad, llegando a ocupar lugares de vital importancia y estratégicos tanto a nivel de las regiones como en el mundo.
Bibliografía Consultada
Bass B. y Avolio B.: (spring 1994). Transformational leadership and organizational
culture. Public Administration Quarterly; vol. 17, Nº 1; 112-118.
Fernández, A. (2006). Mujeres y política en América Latina: Revista Nueva Época
     Año 19. Núm. 51. Mayo-Agosto. México.
Kaufmann, A. (1996). Tercer milenio y liderazgo femenino. En NUÑO GÓMEZ, L. (Coord.). (1996) Mujeres:de lo privado a lo público (177-186). Madrid: Técnos.

Realizado por: Yelitza Álvarez

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